Cristina Rubio Barcelona

Barcelona

Actualizado Miércoles,17enero2024-12:34

Arantxa Sánchez Vicario elude finalmente la prisión. La justicia ha confirmado hoy que acepta el pacto de la ex tenista con la Fiscalía y ha condenado a la deportista a dos años de cárcel -por lo que no entrará- y al pago de una multa de 6,6 millones de euros. Mientras, su ex marido, Josep Santacana sí ha sido condenado a tres años y tres meses de cárcel en la sentencia que la juez de Barcelona ha notificado este mediodía a las partes.

El caso se remonta a 2009, un año después de que la ex tenista se hubiera casado con Josep Santacana. En diciembre de ese año, el Tribunal Supremo desestimó el recurso de Sánchez Vicario y confirmó la sentencia dictada por la Audiencia Nacional en 2003, al considerar que la deportista tenía fijada su residencia en España y no en Andorra, como simulaba.

En concreto, la ex tenista fue condenada por el impago del IRPF de cinco ejercicios (entre 1989 y 1993,su época dorada como jugadora y años) en los que dijo que vivía en Andorra.

Fue entonces cuando el Banco de Luxemburgo le reclamó la devolución del dinero que le había prestado en forma de contra aval para afrontar el proceso judicial y la posterior condena, que acabó ascendiendo a 6,6 millones con intereses incluidos.

Según la versión de la campeona olímpica que expuso ante el juez, Santacana la convenció para no abonar la deuda en ese momento pese a poder hacerlo -"Yo quería pagar, pero él me dijo que no. Que mejor que pagarle al banco era que tuviéramos nosotros el dinero. Me fie de él. Me arrepiento"- y el pago se fue demorando. En paralelo, sus cuentas fueron vaciadas y su patrimonio inmobiliario en España, vendido. Las cuentas en países de América Latina y Suiza cambiaron de manos a sociedades opacas con la ayuda de testaferros.

Finalmente, el Banco de Luxemburgo interpuso una querella contra Sánchez Vicario y Santacana por alzamiento de bienes en 2017, un largo proceso que acabó con ambos sentados en el banquillo de los acusados -en el Juzgado de lo Penal 25 de Barcelona- en septiembre del año pasado. La petición era de 4 años de prisión.

Y aquí se produjo el segundo giro de guion de la Historia: la ex tenista reconoció los hechos, se mostró arrepentida y alcanzó un pacto con la Fiscalía para eludir la cárcel. "Me arrepiento, me he equivocado. Yo no sabía gestionar, me dedicaba a jugar al tenis. Siempre me he fiado de las personas que tenía alrededor y en aquel momento mi marido es quién estaba a mi lado", declaró entre llantos.

A su favor jugó haber devuelto ya casi 1,9 millones de euros procedentes de la entrega cada mes de la mitad de su sueldo como profesora de tenis en Miami, y de otros fondos como una beca de la Caixa por haber logrado ser medallista olímpica.