• Crónica Zidane levanta un muro en Anfield

El camino hacia unas semifinales de Champions está asfaltado de más sufrimiento que espectáculo. Así debe ser por un prurito pedagógico, para que la generación TikTok aprenda lo difícil que es ganar una orejona. El Madrid desafió el mal fario hospedándose en un hotel llamado Titanic, convencido de que el hundimiento, en su caso, siempre interpela a los demás. Así fue, pero no resultó sencillo mantenerse a flote con un equipo diezmado por las bajas que sacrificó toda individualidad al colectivo.

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